VENCER EL MIEDO

ITALIANO

Sentada en mi tabla de surf espero a la ola justa, que no sea muy alta y que no tenga demasiada fuerza, la que me permita levantarme tranquilamente y aprender a girar…Llega una…se acerca… la veo crecer en altura…es demasiado grande para intentarlo..la dejo pasar, la pierdo….en aquel instante un chico se lanza y la surfa hasta el final…..

Julia tiene 9 añitos y no quiere subir a las montañas rusas de la feria…las miro y me parecen ridículas pero a sus ojos son enormes y terroríficas….

Silvia tiene 30 años y hace muchos que no conduce el coche…dice que el tráfico le estresa y le da ansiedad y por eso prefiere depender de su novio para ir y volver del trabajo o para moverse, renunciando así a su independencia…

Dani tiene 25, se siente inseguro y no es consciente de sus potencialidades. Acaba de encontrar a una chica muy linda de la que podría enamorarse, pero prefiere dejarla ir, no pedirle ni el teléfono porque está seguro que no funcionaría….

Marco se ha bloqueado con su tesis de doctorado. El director y los otros profesores no le ayudan y solo le crean constantes problemas…sin embargo elige no hablarlo con ellos porque piensa que no serviría de nada….

Todas estas historias tienen en común una cosa: el MIEDO.

Miedo a que se les diga que no, miedo al fracaso, a no estar a la altura de la situación, a no tener la capacidad de solucionar situaciones complicadas, miedo a tener miedo

El miedo no es nada más que una EMOCIÓN, como la alegría, la sorpresa, la tristeza, la rabia, el asco…Como todas las emociones es algo sano, instintivo, ÚTIL, que nos da informaciones sobre la situación que estamos viviendo.

Si nos sentimos tristes probablemente es porque hemos perdido algo o alguien, si estamos enfadados es porque alguien no ha respetado nuestros límites, si somos alegres es porque algo bonito acaba de entrar en nuestra vida.

El miedo nos informa de que no tenemos todos los RECURSOS NECESARIOS para enfrentarnos a una específica situación y por eso nuestro organismo activa la producción de adrenalina: para que reaccionemos y encontremos los recursos que nos faltan.

Sin embargo hay veces en que el miedo se transforma en dueño de nuestra mente, transformándonos en esclavos inconscientes.

Y ¿Cómo lo hace? Escondiéndose detrás de las ESCUSAS que utilizamos que acaban por fundirse con nuestra IDENTIDAD: no funcionaría, esta ola es demasiado grande para intentarlo, el tráfico me estresa….

Y ¿si te estuviera equivocando? Y ¿si no fuera así?

Te pregunto una cosa: ¿cómo cambiaría tu vida si te enfrentaras a tus miedos?

Yo le doy muchas vueltas y creo que si me hubiese atrevido a coger aquellas olas “demasiado altas” ahora sería mucho más buena surfeando y no sentiría aquella frustración que a veces me acompaña.

Al fin y al cabo ¿cuál hubiera sido el precio por pagar?

Quizás caerme al mar más veces y golpearme entre las olas, a lo mejor tener unos moratones más..pero ¡que emoción hubiera sido la de liberarme de mis CADENAS MENTALES!

El único modo para superar nuestros miedos es mirarlos a los ojos y enfrentarnos a ellos.

Esto no significa transformarnos en KAMIKAZE, al revés significa entender cuales son los recursos que necesitamos para enfrentarnos a aquellas situaciones de forma del todo nueva.

A menudo me pregunto: ¿cuál es la diferencia entre tú o yo que tenemos miedo y quien no lo tiene?

Piénsalo un minuto.

En el fondo aquella ola era exactamente la misma para mí y para aquel chico que la cogió, el tráfico es el mismo para María y para los demás habitantes de su ciudad, así como las montañas rusas que tanto miedo dan a Julia pero sin embargo no a aquel niño que quiere montarse en todods los cacharritos de la feria.

La única diferencia es EL PROCESO MENTAL que hacemos.

Piensa un instante en que tipo de proceso mental haces cuando piensas en algo que te da miedo y que te limita.

Yo, por ejemplo, me imagino la ola enorme, oscura, escucho el sibilo del viento frío soplando en su superficie, el cielo es gris oscuro, hay poca luz, en el mar no hay nadie..las olas se rompen provocando un ruido espantoso…que decir…casi la imagen de la apocalipsis!

Este tipo de REPRESENTACIÓN MENTAL no me ayuda y no me empuja a coger una ola diferente de las a  que estoy acostumbrada.

Estoy segura que el chico que la cogió se imaginaba algo del todo diferente.

Probablemente en su mente la escena era luminosa, el agua cristalina, la temperatura muy agradable, el viento fuerte se había transformado en una ligera breza marina que creaba una ola perfecta, dulce, fácil de coger.

¿Sabías que la mente no es capaz de diferenciar algo real de algo vividamente imaginado?

Esto significa que si yo me imagino una especifica situación y entreno mi mente a reaccionar de forma diferente respeto a como estaba acostumbrada a hacer hasta aquel momento, de alguna manera estoy viviendo aquella experiencia y estoy aprendiendo de ella.

Piensa en que tipo de PROCESO MENTAL utilizas cuando piensas en algo que te da miedo y cámbialo.

Descubre que ESTRATEGIA MENTAL usas para lo que te gusta y que sabes hacer bien: mira los detalles, los colores, los sonidos, tu diálogo interno y aplica este mismo MODELO a las situaciones que te dan miedo: ¡construye un nuevo proceso mental!

Al fin y al cabo los miedos pueden transformarse en unos ESTÍMULOS para mejorarse, crecer y evolucionarse.

Una persona un día me dijo: EN EL INCOMODO ESTÁ EL TRABAJO. Y es así.

Con cariño

Federica