Intentas concentrarte. Aun así lees mil veces la misma hoja. Y más lo haces, menos consigue concentrarte. ¡Qué curiosa paradoja!
Haces largos y tediosos resúmenes, durante horas…Y quizás alguna vez hayas dedicado tu tiempo en hacer resúmenes de resúmenes, esquemas e incluso mapas conceptuales (no mentales, que son dos cosas diferentes).
Y ¿luego qué? Mmmm…¡Repetir de forma mecánica?
Claro que sí. Repetir hasta no poder mas, en voz alta, mentalmente, o por escrito y aun así, después de largos días de estudio te das cuenta de que no recuerdas casi nada.